El Tucán
Cuentan que hace muchas lunas y muchos soles cayó un gran diluvio sobre la selva.
Llovió y llovió sin parar por días enteros. El agua empezó a cubrir los árboles más
altos. Todos los animales y seres de la selva, temiendo perder sus vidas, suplicaron
a los dioses mayas que los ayudaran.
“Sólo existe un ser que puede detener este diluvio”-respondieron los grandes
dioses desde las alturas.
“Se llama arco iris, pero es casi imposible encontrarlo, quien intente hacerlo
enfrentará muchos peligros y es muy probable que muera en el intento”.
Al oír aquellas palabras nadie se atrevía a ir por el arco iris para detener aquel
diluvio. De pronto, un ave pequeña y de gran pico dijo con firmeza: yo iré a traer
al arco iris. Se trataba del pequeño y valiente tucán. Muchos animales se burlaron
de él diciendo: ¿Cómo te atreves a pensar que siendo tan débil y pequeño puedes
cumplir esa peligrosa misión”.
Pero el tucán, sin hacerles caso, se lanzó a volar por el cielo aleteando con decisión
entre el fuerte viento y la inagotable lluvia. El tiempo pasaba y el diluvio seguía.
Las aguas crecían y crecían inundando la selva entera. Justo cuando parecía que
todos morirían ahogados, el fuerte aguacero se convirtió en una ligera llovizna.
Las nubes se abrieron, el sol comenzó a brillar de nuevo y en lo alto del cielo
apareció un hermoso puente de colores.
Es el arco iris-gritaron todos con alegría-el tucán logro traerlo, estamos salvados.
Por mucho tiempo estuvieron festejando y esperando el regreso del tucán, pero
éste jamás volvió. Cuentan que en recuerdo de su valiente hazaña, todos los
descendientes del tucán llevan pintados en su gran pico los hermosos colores del
arco iris. Por eso se dice en la selva entera que tiene el tucán, y todos lo saben,
el pico más bello de todas las aves.
ACCCIÓN Y REFLEXIÓN
miércoles, 25 de noviembre de 2015
jueves, 29 de octubre de 2015
LA LEYENDA DEL VERDADERO AMIGO
La leyenda del verdadero amigo
Dice una linda leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto y en un determinado punto del viaje discutieron.
El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.
El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.
Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVÓ LA VIDA.
Intrigado, el amigo preguntó:
¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?
Sonriendo, el otro amigo respondió:
Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.
El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGÓ UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.
Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse.
El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo.
Al recuperarse tomó un estilete y escribió en una piedra:
HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVÓ LA VIDA.
Intrigado, el amigo preguntó:
¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?
Sonriendo, el otro amigo respondió:
Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargarán de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo.
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